jueves, 20 de octubre de 2011

Al estilo de una bienvenida…

Efectos personales es un blog muy caprichoso y profundamente arbitrario donde se reunirá todas las ganas de decir algo…

Efectos personales es un desordenado blog donde se ejercerá ese capricho tan natural, tan terapéutico y al mismo tiempo tan ingenuo de jugar a ser opinólogos, sospechosos asignadores de sentido o paqpakus que trazan líneas (¿?) desde el registro de la hualaychería pura, la incongruencia y sobre todo a través de esa maldad que solo viene embotellada en envase de una ternura poética.

Efectos personales no pretende incidir en nadie ni en nada, pero sí desea provocar tajos, atajos, túneles, sueños y pasadizos e impulsar a transitar en recovecos y cornisas para ver, a través desde esa miopía congénita e irreparable, la puesta en escena que se monta infinita alrededor de nuestras vidas.

Seguramente futuro lector (ojalá que usted exista y no sea un personaje etéreo, abstracto o fantasmal) alguna vez encontrará en este blog cierta solemnidad en los textos (no se la crea), huellas de la academia (présteles la debida atención para olvidarlas pronto), un tufillo de soberbia (es solamente tufo) y muchos tropezones intelectuales es que a veces vale la pena disfrazarse de gente seria, de gente “bien” o “de anarquista pero bien loser” y utilizar diversas máscaras y palabras para hacer pasar por serio aquello que en realidad es tan inútil e innecesario que justamente por eso es muy importante…

Una aclaración: no creemos poder evitar los clises… Pero no los maquillaremos como buenos columnistas de prensa, radio y televisión sino que, lector, subestimándolo se los haremos notar (como manda la Ley de Imprenta).

Desde acá se arrojará diariamente un escupitajo al mar de las opiniones. Opiniones alrededor de todo y de nada, por ejemplo se escribirá sobre: la tele nacional, internacional y la supragaláctica, los trascendetes casos del telepolicial, el vasto mundo de la botánica, las sutiles diferencias entre bacterias y virus, la revancha de los extraterrestres, el mundo gay desde el punto de vista hermafrodita, la neurociencia y sus diversos procesos químicos, la impotencia crónica del troskismo y sus partidarios, y los temas de siempre que se encuadran en la política, la esquizofrenia, el fútbol, la abstinencia, el cine, el sexo, la academia, el delirio, la literatura, la pornografía, la heladería, el arte, el glamour, la perfumería, los ansiolíticos…

Efectos personales no es una comuna, un colectivo, una tojpa, una tropa, un séquito, una junta de amigos, un partido político (jejejej) apenas es un divertimento, una seña… Ojalá, y si se puede, una risa…

Entonces, Efectos personales será el espacio donde convivan sin problema las contradicciones, los menjunjes, los insultos con las alabanzas, los piropos junto con los improperios, la democracia con el autoritarismo. No se trata de un blog que intentará combatir en contra del silencio, tampoco es un susurro, es, es, es, sí… es un eructo…

Alcen su copas, dejen por un momento sus teclados y su monitores, salud pues y bienvenidos a este chenko…

2 comentarios:

  1. Muy bien, Toño. Al fin un espacio para leerte seguido. Esperaré tus escupitajos y eructos, para ver qué cuentas.
    Ah, y tu reseña de El estudiante me animó mucho a verla este fin de semana.
    Felicidades, y sé constante!!!

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  2. Efectos personales es un blog compartido. La reseña de El estudiante es de Christian Vera, gracias por leer Claudia. Un abrazo

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